Desde que estamos Juntos....
No falta el Mojito, ni el Café, no falta la salsa, el Son.. Y mucho menos el Ron.
-¿Alguna vez imaginaste que viviríamos en una Isla?-
-¿Como crees?; solo se que es un paraíso.
El Mar de la Habana, la brisa...Las lágrimas en la Arena.
Atrás, todo ATRÁS...El Mojito , ya no se preparaba con Limón, en su lugar ella utilizaba una mezcla de Naranja y MANDARINA, y al final aplicaba unas gotas de esencia de LIMÓN.
Solo entendió que aquella embrujante bebida, termino por ceder el orgullo de estos dos fuertes contrincantes, y simplemente terminaron dejándose embriagar por las mieles del amor..
Le
haces el amor, te la coges, te la das ¿y qué sigue?
Sigue
cada uno cambiarse de ropa, tomar una ducha porque aún hueles a piel ajena...
Si es motel cada uno por su lado, si es tu casa toca tender las sábanas, si la
quieres le preparas el desayuno, si aún no la quieres
sigue cogiendo eventualmente le tomarás cariño...
Si aún no sabes cómo le gusta el café, cómo le gustan los besos, sus zonas sensibles... si no sabes esos problemas que la acogen, sus miedos más profundos o sus sueños, en definitiva aún no te la coges lo suficiente...
Si se va de madrugada o en la mañana, no te confundas, no lo hace por protocolo o porque esté ocupada... simplemente no tiene ganas de quedarse
Si compartes cama con una mujer y no vuelve algo estás haciendo mal y no tiene nada que ver con el tamaño de tu miembro o cómo coges, sino quizás no la comprendes, no la escuchas, no la haces reír o no se siente segura contigo...
Es que así es, hasta las que se autodenominan putas tienen al menos una cama a la que siempre regresan, una casa donde pueden despertar con su desayuno favorito, un café, una sonrisa y la seguridad de que ahí siempre será bienvenida...
A las mujeres siempre hay que tratarlas con cariño, aunque digan que no le gustan esas cosas, aunque se las den de muy cabronas...
La cosa va así, te la coges como si la odiaras, pero despiertas como si la amarás pregúntale cómo le gusta el café y pídele que se quede, que hay mucho tráfico, que afuera está lloviendo o yo qué sé...
invéntate una excusa cualquiera, ofrece una de tus camisas como pijama, recuéstate a su lado, dale su café, mírala a los ojos y hazle preguntas hasta que te canses...
Te puedo asegurar que una vez que empiece no vas a hacer que se calle, porque siempre se la habían cogido y ya... ningún hombre se preocupó por la mañana...
Eventualmente tendrá que irse como todo lo bueno que llega a nuestra vida y se irá con los ojos brillando, con una sonrisa que no se la aguantará nadie, regresarás a tus hábitos, a tus quehaceres, a tu vida que ahora se siente diferente... Pero no pasará mucho tiempo
tu teléfono vibrará, y será ella en forma de mensaje, un mensaje que las cabronas no mandan; "Te extraño "... así a secas y no sabes cuánto le costó escribirlo...
Entonces tiendes tu cama, preparas la cafetera y sonríes porque es inevitable no quererla, aunque sea un poquito...
Carlos Cortés - Mujeres que son aves.
sigue cogiendo eventualmente le tomarás cariño...
Si aún no sabes cómo le gusta el café, cómo le gustan los besos, sus zonas sensibles... si no sabes esos problemas que la acogen, sus miedos más profundos o sus sueños, en definitiva aún no te la coges lo suficiente...
Si se va de madrugada o en la mañana, no te confundas, no lo hace por protocolo o porque esté ocupada... simplemente no tiene ganas de quedarse
Si compartes cama con una mujer y no vuelve algo estás haciendo mal y no tiene nada que ver con el tamaño de tu miembro o cómo coges, sino quizás no la comprendes, no la escuchas, no la haces reír o no se siente segura contigo...
Es que así es, hasta las que se autodenominan putas tienen al menos una cama a la que siempre regresan, una casa donde pueden despertar con su desayuno favorito, un café, una sonrisa y la seguridad de que ahí siempre será bienvenida...
A las mujeres siempre hay que tratarlas con cariño, aunque digan que no le gustan esas cosas, aunque se las den de muy cabronas...
La cosa va así, te la coges como si la odiaras, pero despiertas como si la amarás pregúntale cómo le gusta el café y pídele que se quede, que hay mucho tráfico, que afuera está lloviendo o yo qué sé...
invéntate una excusa cualquiera, ofrece una de tus camisas como pijama, recuéstate a su lado, dale su café, mírala a los ojos y hazle preguntas hasta que te canses...
Te puedo asegurar que una vez que empiece no vas a hacer que se calle, porque siempre se la habían cogido y ya... ningún hombre se preocupó por la mañana...
Eventualmente tendrá que irse como todo lo bueno que llega a nuestra vida y se irá con los ojos brillando, con una sonrisa que no se la aguantará nadie, regresarás a tus hábitos, a tus quehaceres, a tu vida que ahora se siente diferente... Pero no pasará mucho tiempo
tu teléfono vibrará, y será ella en forma de mensaje, un mensaje que las cabronas no mandan; "Te extraño "... así a secas y no sabes cuánto le costó escribirlo...
Entonces tiendes tu cama, preparas la cafetera y sonríes porque es inevitable no quererla, aunque sea un poquito...
Carlos Cortés - Mujeres que son aves.
-¿¿Qué piensa??, lo observó
mientras el trataba de ocultar
aquella hoja, o refundirla quizás
en los papeles, que
se confundiera con la prensa
o los recibos por pagar; por muy sencillo
que sonara, no lo era decirlo y menos
a la mujer, que
aquella noche ocupo ese
lugar y
calentó el nido.
Minutos antes era imposible dejar de
mirarla, allí dormida
y tener la certeza
que más temprano que tarde,
tomaría vuelo, él sabía que no le pertenecía, como no
lo fue de nadie
y eso precisamente era lo que
le encantaba de
esta mujer, sus alas y
aquella libertad innata que
lo retaba, atarla
a si fuera
a la pata de
su cama.
Se
dirigió a la cocina, y
trato de preparar aquel café, que no
era comparable al que ella preparaba.
-¿Cuál
sería su secreto?- Claro que
lo sabía, la miel de sus
labios, que endulzaba con sus
dulces palabras mojadas, que salían de su boca danzando en movimientos sensuales.
Temió
como nunca preguntar, cuando sería
el viaje, pero los dos
sabían que la historia estaba
llegando a su final.
De acuerdo a los planes, ya lo habían logrado.
Aquel
desconcierto del que termina lo inundó, ¿Y la alegría? De la labor
realizada, el fresquito de la venganza, todo aquello
quedó en un segundo, tercero y cuarto plano. En
aquellos momentos no Logró
apartar aquel pensamiento de su
cabeza; < Eliana se
quedaría o se iría, que pasaría cuando al día
siguiente llegara aquel
hombre que la daño tanto,
solicitando su anhelado
perdón>.
–!
No fui
capaz de retenerla!!-, se
auto-flageló, para luego justificar,
con su parte racional, que esto
era claro desde el principio, que
el amor que
ella sentía por Marco era
superior a su sed
de venganza, y
tarde que temprano correría
a sus brazos, no estaba
dispuesto no a ver
este episodio.
-Estúpido, no tenía que enamorarme-; algo
inevitable, tarde fue cuando comprendió: “Quiso
jugar con el amor, y con él no
se juega”....
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